jueves, 31 de enero de 2013

El verdadero Sensei




Hace poco tuve la experiencia de observar el trato de algunos maestros hacia sus estudiantes. Durante algún tiempo he recibido instrucción de varios maestros, unos duros, otros más comprensivos y otros que me enseñaron a punta de golpes lo que era defenderse de forma eficaz, no obstante; que yo recuerde ninguno de ellos me humilló, ni me maltrató; tuve la suerte de encontrar personas dedicadas a la enseñanza con un alto grado de experiencia, y los golpes no me dañaron, n
o obstante voy a contarles cuatro casos que vi en estos últimos días: 


• Miré a profesor de Aikido que dio una exhibición en un centro comercial y que trataba a su uke con desprecio, el uke limpio el piso, le acomodo la hakama, entró detrás de él, en una actitud no de respeto sino de humillación; era la "supremacía del maestro sobre su alumno", para luego terminada la exhibición ni siquiera darle las gracias y dejó al estudiante como a un esclavo: no solo yo miré esta actitud. 

• La segunda fue un cambio de cinta donde vi al maestro tomar al alumno y pegarle con un cinturón con toda la fuerza del mundo por la espalda y hacerle técnicas violentas e inmovilizarlo durante minutos en el suelo haciéndolo sufrir , me cansé de ver al alumno golpear el tatami, y el muchacho salió con muchísimo dolor. 

• El tercer caso lo miré visitando una academia donde los "cintas negras" demostraban a los alumnos nuevos (que no tenían siquiera uniforme) patadas y golpes y maltratándolos probando su fuerza hasta que los muchachos se inhibieron, esto es provocar temor desde el principio; y el maestro principal no hizo nada al respecto. 

• El cuarto es de un “sensei” que estaba enseñando a los alumnos como arrastrarse en el piso y como uno de ellos levantó la cabeza le dio una patada con el talón para que la bajara; que fue eso: ni a un animal se le patea; que falta de respeto 


Como algunas veces me meto en lo que no me importa hablé con los maestros y les expuse mi punto de vista claro y conciso, les gustara o no era mi deber. 

Yo creo, mi amigo y mi amiga que un estudiante es un ser humano, recurre a una academia para aprender a defenderse, por deporte o para tener un medio de relajarse, otros recurren por salud; pero eso no le da derecho a ningún sensei o maestro para humillar, maltratar, golpear o aprovecharse de la debilidad o falta de conocimiento de otros. No se enseña una mawashi geri quebrándole las costillas a alguien, ni una palanca dislocando un codo, ni debe infundir temor a un alumno nuevo o dañarlo si el sensei ve que es mejor que él: eso es inseguridad, miedo, falta de madures y falta de conocimiento de parte de un maestro. Todos los días vemos como en la UFC los "combatientes" muestran su cara malhumorada, sus cejas fruncidas y su prepotencia para dar miedo al contrario, una táctica tan vieja como el hombre mismo; vemos como ahí mismo en los combates ya el que ha sido vencido sufre un poco más de agresión porque el referee deja que el público se divierta un poco más y después cuando ya no hay más euforia entonces para la pelea.

Vemos cuantos estudiantes dejan las academias por el matonismo del profesor que siendo cinta negra no tiene el mínimo conocimiento médico para saber si un alumno debe detenerse, descansar y ni siquiera toma tiempo para medir las palpitaciones o monitorear sus estudiantes, y si ven estudiante mejor que él lo agreden para que no levante alas! 

Existimos algunos que nos interesan las personas, amamos enseñar y cuidamos a los estudiantes que Dios pone en nuestras manos, pero hay otros maestros que en lugar de cinta negra y grados lo que merecen es un mecate para que los amarren y un rótulo que diga “cuidado peligro mantenga su distancia”. 

Ser Sensei no es cuestión de dinero, o de habilidad extraordinaria, no es cuestión de ser superdotado; es cuestión de don, de caridad, de agradecimiento, es un regalo de Dios y es una gran responsabilidad. 

Un ser humano es una creación de Dios, no somos más que nadie, debemos ser guías, mentores y orientadores, si no es así será mejor colgar la cinta. El más grande Maestro es Jesucristo y él dio la vida por nosotros y vivió para servir; perdonó, amó y enseñó a sus discípulos con su ternura, ejemplo y guía; ese es el mejor ejemplo. Esa es la gran diferencia entre un verdadero sensei y alguien que pretende serlo. 


Dios te bendiga 




Escrito por: 
Luis Gustavo Ramírez. Renshi 
senseiluisgustavo@hotmail.com 














lunes, 21 de enero de 2013

Eligiendo un Dojo, buscando un Sensei



"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño"   1 Corintios 13:11

En la actualidad han aflorado diversos tipos de artes marciales, escuelas, líneas de pensamiento y lugares donde podemos aprender las diferentes artes y técnicas. Encontramos artes japonesas (karate, aikido, kendo, judo), artes coreanas (taekwondo, tan soo do), artes filipinas (kali, arnis, escrima), artes chinas (kung fu, pa kua, tai chi, etc.) y otras menos conocidas como son el lua de origen hawaiano, capoeira de origen africano y desarrollado en Brasil, el sambo y spednaz de origen ruso, el krav maga y el abir de origen hebreo, en fin; hay variedad para todos los gustos.

No obstante lo anterior, lamentablemente encontramos escuelas o dojos que no cumplen con los requisitos idóneos para la práctica y por si fuera poco maestros o instructores que realizan una función no muy recomendable.

El Dojo (lugar de iluminación) o lugar de entrenamiento debe estar sumamente limpio, el espacio debe ir de acuerdo con la técnica o arte que se desarrolle, es decir; a mayor desplazamiento mayor espacio disponible, el tatami o piso debe también corresponder al tipo de arte: espuma compacta para las artes de proyección, madera flexible para las artes de golpes y combinado para las artes mixtas.


Otro punto importante es la ubicación, no es recomendable que esté en una zona de alta peligrosidad urbana porque uno expone su integridad o la de sus seres queridos; y por último el dojo debe que tener buena ventilación para la oxigenación adecuada de los pulmones y evitar el hacinamiento y la lipotimia (desvanecimiento o desmayo por falta de aire adecuado).

Con respecto al maestro o Sensei, este debe cumplir con varios requisitos importantes; debe ser amable, cuidar a sus estudiantes durante la práctica, explicar adecuadamente las técnicas, no competir con sus alumnos ni lastimarlos y debe tener la experiencia idónea y un vocabulario adecuado al impartir sus lecciones; en otras palabras debe ser un verdadero caballero o una verdadera dama (si hablamos de una instructora) sin caer, por supuesto, en modelos o roles de pantomima o apariencia. Un Sensei debe tener un grado alto de madurez y crecimiento espiritual. En la humildad y el servicio se encuentra la grandeza. Tenían razón los maestros ancestrales de escoger a sus discípulos y otorgarles su grado hasta que su espíritu estuviera maduro, no basándose solo en la habilidad física o en su ímpetu. En sus enseñanzas Confucio dice que un caballero es aquel que tiene una moral intachable y se educa; no aquel que ha sido elegido o nacido de familias reales; aquí moral y educación son sinónimos.

En un dojo, por consiguiente se deben respetar y velar por los derechos humanos, no tenemos que seguir la filosofía o religión de un instructor u origen espiritual de un arte marcial para cumplir los requisitos, no debemos adorar a ídolos ni ser esclavos. Si soy cristiano y practico un arte hindú, por ejemplo, no debo cambiar de religión; debemos ubicarnos a nuestra realidad moral, social y sobre todo espiritual para salvación de nuestra alma. Debemos abrir nuestros ojos para no ser engañados ni manipulados. Debemos respetar a los demás y que nos respeten.

Antes de elegir un dojo, visitalo varias veces, analizá su localización, el tiempo que gastás en movilizarte, el costo de las lecciones, el lugar y las características que se mostraron antes, si te es posible hablá con varios de los estudiantes para tener referencias. Preguntate: ¿puedo crecer aquí?, ¿es capacitado el instructor? ¿Hay camaradería?, ¿hay abuso de autoridad?, ¿cómo es el lenguaje del instructor? ¿Cuida a sus estudiantes? ¿Retiene a sus estudiantes demasiado tiempo en una cinta sin promoverlos aún cumpliendo estos con los requerimientos y el tiempo adecuados? ¿Hace lo anterior para obtener más dinero o para que no le compitan? ¿si hay lesión en la práctica qué clase de cobertura tengo? Con la respuesta a estas preguntas vas a saber si estás o no en el lugar correcto. Recordá que cada decisión que tomamos trae efectos positivos o negativos según lo elegido.

Muchísimas gracias por compartir tu tiempo con nosotros en este dojo virtual. Si estás interesado en saber mas de nosotros, nos gustaría conocerte. 

senseiluisgustavo@hotmail.com



Escrito por:

Luis Gustavo Ramírez M.
Renshi, Aikido Fuku Shidoin
ZNSBR-NSD


miércoles, 9 de enero de 2013

Las pequeñas zorras: lo que roba la bendición



Ya  amaneció; nos despertamos porque o cantó el gallo, o sonó el despertador o bien porque nuestro sentido de responsabilidad que conecta el reloj biológico  encendió la alarma. Uhh...después del día de trabajo que tuvimos ayer, el trajín, lo que caminamos, la congoja para coger el bus,  las presas en el  casco capitalino, la clientela, los compañeros difíciles-en cuenta yo- y la jefatura me cuesta levantarme hoy.

A veces pienso que la vida pasa tan rápido y que la rutina diaria nos invade tanto que nos hace perder el sentido de pertenencia, y hasta el sentido de tiempo y espacio. Se nos pasa el día y no sacamos ni un minuto para pensar que estamos haciendo; si lo estamos haciendo bien, si nos alimentamos correctamente o si en  casa nos extrañan o quizá desean que nos larguemos; y como no;  llegamos tan cansados e irritables que ellos son los que nos pagan los platos rotos, cualquier detalle de nuestros hijos o hijas nos saca de quicio y terminamos discutiendo con el conyugue y  hasta sacar la basura y meter el carro en el garaje es una molestia; sentimos que el panorama se vuelve negro y  lo único que deseamos  es cerrar los ojos y que termine todo, así es menos doloroso, al menos hasta que amanezca.

Dígame: ¿se le hace familiar esta escena?  ¡Por supuesto!! Somos nosotros mismos, cada instante, cada hora, cada día y así,  si no nos detenemos y hacemos un análisis de lo que está pasando y corregimos nuestros errores se nos va a pasar la vida sin haberla disfrutado y con el sinsabor de la derrota.

Lo delicado de pasar el día enfrascados en lo que nos rodea y en nuestras preocupaciones es perder la atención de nosotros mismos y más peligroso aun: perder la atención de nuestros actos y acciones, que aunque pequeños y simples van tejiéndonos una telaraña en la que terminamos atrapados y cautivos, actos que a la mirada del mundo no significan nada pero,  como veneno mortal que entra en pequeñas cantidades,  paraliza nuestra voluntad y termina robándonos la bendición, la tranquilidad y la vida.

Sello de muerte

Decía el desaparecido siervo de Dios hermano Pablo que el seducir a la mujer o el hombre que no nos pertenece (casado-casada), enviarle flores, cartas de amor u otros detalles llevaba el sello de muerte. Me permito ampliar este concepto pues para mí también lleva sello de muerte mirar revistas o periódicos pornográficos o con modelos que sugieren el sexo libre, buscar en la computadora páginas prohibidas, simplemente “por curiosidad”, tomar lo que no nos pertenece, embriagarse por complacer a los amigos o al cuerpo, robar tiempo en el trabajo, robar ideas, criticar y dar falso testimonio, dar lugar a la pereza, mentir, quejarse constantemente de lo que tenemos o no, abusar de nuestra autoridad, maltratar a otros más débiles, estar al margen de la ley para obtener beneficios, decir palabras vulgares o corrompidas, una forma de vestir no decorosa como un escote pronunciado buscando seducir;  todo esto lleva sello de muerte porque la amistad con el mundo es enemistad con Dios.


Dice la palabra de Dios en Cantar de los Cantares Cap. 2 ves. 15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne”.  Leyendo sobre estos animalitos me llamó la atención que les encanta comerse la flor de la planta antes que de esta flor salga el fruto (este tiempo se llama cierne); obviamente este fruto no va a nacer si es comido, de esta manera la viña se convierte en un lugar con muchas plantas pero sin frutos, una plantación de pura apariencia.

Quizá has pedido a Dios prosperidad, salud, un mejor trabajo, obediencia de tus hijos, que el dinero te alcance y te sobre dinero para no quedar tan apretado y no has visto la luz;  antes de reclamar o hacer conjeturas debes revisar tus actos, tus pequeñas acciones;  debes analizar si llevan sello de vida(obediencia a Dios) o de muerte porque  el problema es que lo que sembramos eso también recogemos: si sembramos prepotencia recogemos desprecio y falta de ayuda; si sembramos maltrato y gritos recogemos resentimiento, odio y temor; si sembramos persecución recogemos ataques; si sembramos quejas recogemos desilusión y fracaso, si damos mal testimonio con qué autoridad corregiríamos a nuestros hijos. Si no buscamos a Dios no obtenemos ayuda y si sembramos desobediencia perdemos la bendición.

Mi amigo, mi amiga: ¿cuáles son las pequeñas acciones que te roban la bendición que Dios quiere darte?  ¿ cuales son las puertas que estás abriendo para que las zorras entren y  te dañen las cosechas:  tus ojos seductores y morbosos  que reflejan un corazón sin Dios, tu orgullo que encubre tu sentimiento de sentirte inferior, tu vocabulario para demostrar que eres macho o tu afán de conquista para llenarte de trofeos de guerra a base de cadáveres?   Solo uno mismo sabe realmente en que está fallando.


 Nos cuenta la Biblia que una vez un hombre llamado Acán en la conquista de una ciudad codició un maravilloso manto babilónico, 205 ciclos de planta y un lingote de oro de 50 ciclos de peso y los escondió bajo la tierra en su tienda, estos  objetos eran una mísera parte del  tesoro de Dios,  sin embargo,    esta acción tan insignificante  le costó su  vida y pagó con  la muerte  toda su familia porque en ello iba desobediencia, tomar el nombre de Dios en vano, robo, codicia, mentira, idolatría y anatema(los objetos debían ser ofrecidos a Dios y quemarse pues habían sido de pueblos idólatras y el pueblo de Dios no podía contaminarse)

No te equivoques Dios no puede ser burlado: esconder  en la casa, en la computadora, en tu mente o en tu corazón algo prohibido solo acarrea maldición, miseria, pobreza y separación de Dios. Jugar con fuego pensando que nadie se va a dar cuenta te trae destrucción. Arrepiéntete, pide perdón a Dios y endereza tus caminos, no te contamines más. Invita  hoy a Cristo en tu vida.

 La  salvación  o pérdida de tu casa empieza contigo: tú decides.  Por mi parte, y como dijo Josué: “yo y mi casa serviremos al Señor”



 El Señor te bendiga



Escrito por:
Luis Gustavo Ramírez. Renshi





sábado, 5 de enero de 2013

Metas para el Año Nuevo



Recientemente llegamos al final de un año 2012 en el que vivimos día con día cosas diferentes; un año para algunos llenos de triunfos, otros experimentamos fracasos, año de salud para algunos; de enfermedad para otros,  de alegría, de aflicción; algunos se sintieron solos, algunos turbados.
Un año de viajes quizá, para otros fue más bien pasivo; unos salieron de la zona de confort, otros no se animaron.

Algunos sufrieron caídas y depresiones, otros se pusieron de pie y siguieron adelante. Año de pruebas, de exámenes, de preguntas y respuestas, de luz, de oscuridad, de duro entrenamiento físico y otros de sedentarismo. Unos positivos, otros negativos.
Para algunas familias fue de prosperidad, para otras de escases. Unos trabajando, otros desempleados y quizá desesperados, otros aceptando su simple existencialismo.

En fin tuvimos cada uno  de “todo como en botica”,  año particular con conflictos bélicos, sociales y político económicos que afectaron a todos los países, con catástrofes y fenómenos de la naturaleza particularmente poderosos.

A estas alturas unos se encuentran satisfechos y felices y otros quizá tristes o desilusionados con ellos mismos, con la vida o,  por falta de conocimiento,  con Dios: y aquí está el asunto  más delicado.

Voy a enfocarme en algunos consejos de la Palabra de Dios para analizar y prevenir los errores que pueden cometerse porque antes de echarle la culpa a Dios, a nosotros mismos, a otros o a las circunstancias y, debido a que no podemos continuar fracasando, si es el caso,  o teniendo caídas o fallando deliberadamente; con todo lo que nos pasó debemos meditar en varios puntos para analizar nuestras fortalezas, errores, deficiencias, aciertos y oportunidades, y preguntarnos:

l  Cual era mi meta este año:
Así que, al proponerme  esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que pienso hacer, lo pienso según la carne, para que haya en mí Sí y No? (II Corintios 1:17)
Uno no puede esperar haber logrado algo si no tuvo claro que era lo que quería lograr. Debemos establecer un objetivo general y objetivos específicos. Objetivos generales pueden ser: mejorar el factor económico,  mejorar el rendimiento académico, obtener un título, graduarse, aprender algún arte, deporte o disciplina, mejorar la salud, expandir la empresa, etc. Objetivos específicos: ganar una materia, cancelar un préstamo, ir a un seminario, comprar un electrodoméstico, etc.
Así el primer paso es buscar a Dios y pedirle sabiduría y discernimiento para saber si lo que me propongo me conviene, hay que poner en manos de Dios nuestro camino para que él enderece nuestros pasos.  Encomienda a Dios tu camino y confía en él y él hará (Salmo 37:5)

l  Como fue mi planificación para lograr esa meta:
Prepara tus labores fuera, Y disponlas en tus campos, Y después edificarás tu casa. (Proverbios 24:27)
Es necesario planificar con tiempo para el éxito; varios factores deben tomarse en cuenta, por ejemplo: recursos (con qué y con cuánto cuento para lograr la meta), tiempo disponible (establecer horarios), que oportunidades tenemos,  estudio de factibilidad; es viable o no. Es importante acá el análisis FODA (fortalezas. Oportunidades, debilidades y amenazas)

l  Enfoque:
Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo  Jesús (Filipenses 3:13)
Debo concentrarme en lo que deseo obtener, no debo perder mi vista hacia la meta, no debo distraerme o tomar caminos que me alejen de lo que deseo lograr, por desear “agarrar muchos pájaros” puede ser que no logre retener ni uno.

l  Supervisión:
Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales dispuso mi padre. (II Crónicas 2:7)

Es importante recurrir a un especialista o a una persona que tenga la capacidad, vida ejemplar  y conocimiento para orientarnos; ya sea consejero, maestro, pastor, terapeuta, financiero, abogado, entrenador, etc. El secreto de una buena administración es encargarles a los profesionales cada asunto según su campo o acudir a consultarles.

l  Análisis de resultados a corto plazo:
Y los que Salomón había hecho jefes y vigilantes sobre las obras eran quinientos cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo que trabajaba en aquella obra. (I Reyes 9:23)

Cada semana, cada mes o cada cierto tiempo debo ver qué resultado me está dando el esfuerzo que estoy realizando, por ejemplo si sigo un buen régimen alimenticio (no una dieta), realizo los ejercicios que me recomendó un especialista y sigo un plan de entrenamiento a conciencia eso debe darme un resultado exitoso con respecto a lo que quiero, si no es así es porque algo estoy haciendo mal o la recomendación no es la adecuada. De ahí la importancia de que la persona que tenga una deuda, como otro ejemplo;  se enfoque en organizar su salario para pagarla, revise sus cuotas, pida estados de cuenta y haga pagos extraordinarios (más grandecitos) cada vez que pueda.

l  Esfuerzo y trabajo:
Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. (Job 1:10)

Habiendo hecho lo anterior puedo ahora preguntarme: ¿me preparé desde el principio? ¿Estudié antes del examen? ¿Ahorré  para prevenir problemas económicos? ¿Fui puntual con mis pagos?,  ¿entrené para el campeonato o carrera?, si estoy desempleado me esforcé por cada día ir a visitar empresas y estuve interesado en estar dándome la vuelta preguntando y dejando mi currículos o ¿es que estoy buscando un trabajo específico y si no lo obtengo no estoy dispuesto a recibir otro y entonces me muero de hambre mientras tanto? ¿Seguí las indicaciones médicas? En una frase: ¿trabajé y me esforcé lo suficiente?



Mi amigo, mi amiga todos los puntos anteriores, si se llevan bien, poniéndolos en manos de Dios desde el principio y pidiendo al Espíritu Santo sabiduría y dirección nos llevan al éxito. Si no te preparaste y no seguiste estos pasos es difícil haber obtenido un resultado exitoso porque lo que no se siembra no se puede cosechar, a menos de que Dios tenga un propósito especial pero debemos ser diligentes y buenos mayordomos con lo que tenemos ahora mientras esperamos su respuesta.

Por supuesto hay aflicción, por eso Jesús dijo estas palabras: “Padre no te pido que los apartes del mundo sino que los libres del mal”.

Si pensás que este año no fue bueno para vos pensalo otra vez porque la Misericordia de Dios, aunque no te esforzaste ni planificaste ni fuiste obediente, estuvo con vos, mirá lo que Dios hizo por llevarte alimento, abrigo, salud, ayuda, trabajo, oportunidad de estudio, automóvil,  bicicleta o piernas, techo.

Ahora tal vez me dirás que estás alquilando, o bueno quizá nada de lo que tengas es tuyo, o tu caso es que  todo lo debás  por adquirir un bien para bienestar de la familia, por  mala planificación, porque te desesperaste en obtener algo apresuradamente sin ser el tiempo adecuado o porque no tuviste a alguien que te guiara, o quizá porque no consultaste con Dios primero. No obstante,  nada de lo que tenemos es nuestro: TODO es de Dios y para Dios; hasta nosotros, nuestros hijos e hijas y los bienes; así que debás o no todo lo da Dios por amor y cuidado,  y,  por supuesto la libertad de elegir entre lo bueno y lo malo también es un regalo, no así el endeudarse, que es un tema delicadísimo que tocaremos luego.

Ya el pasado pasó, ni Dios puede hacer nada con él; pero el futuro, como siempre,  depende de lo que hagás en el presente. Cristo tuvo  caídas y se levantó, fue asesinado en una Cruz para que vos y yo tuviéramos vida eterna  y excelente calidad de vida mientras estuviéramos en esta tierra, después de muerto al tercer día resucitó y está vivo y está tocando la puerta de tu corazón. Empezá con la decisión correcta: recibí a Cristo como tu Señor y Salvador y tu vida va a empezar a cambiar para bien: la primera ganancia que recibís es la Salvación, la segunda es la libertad y el rompimiento del yugo que te atormenta, la tercera la  sabiduría para obtener victoria y viene más porque nuevas son cada día las misericordias de Dios para nosotros.

Dice Romanos 8:32 “El que no escatimó  ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros como no nos dará también con él todas las cosas”: ¿no crees que la paz, salud y tranquilidad para vos son algunas de ellas?

Mi amigo, mi amiga  la obediencia atrae la bendición;  pero para recibir la Unción nuestro corazón debe estar deseoso y dispuesto.


Que tengas un Muy Feliz Año Nuevo

Dios te bendiga



Escrito por:
Luis Gustavo Ramírez. Renshi
senseiluisgustavo@hotmail.com