Según la historia un rōnin (浪人) era un samurái sin amo durante el período feudal de Japón, entre 1185 y 1868. Su significado era "hombre ola" – un hombre errante como una ola en el mar. Un samurái podía no tener amo debido a la ruina o la caída de éste, o porque perdía el favor de éste.
La manera más sencilla ...que había para que un samurái acabara siendo ronin era a través del nacimiento. El hijo o hija de un rōnin también era rōnin, siempre que no renunciara a su estatus. A menudo el rōnin por nacimiento soñaba con demostrar su valía para poder jurar lealtad con un clan, convirtiéndose así en un verdadero y auténtico samurái. Aunque esto ocurriera de vez en cuando, era algo infrecuente, reservado a los más talentosos, pues pocos daimyō estaban dispuestos a sentar un precedente permitiendo que un rōnin entrara en su clan. Más a menudo los rōnin eran enviados en ciertas misiones con la promesa de la admisión, para luego negársela basándose en algún tecnicismo. (wp)
Uno de los más famosos rōnin fue Miyamoto Musashi, el más famoso espadachín de Japón.
Quizá sintamos que para el mundo no valemos ni un solo centavo, quizá nos rechacen por ser diferentes, por no venir de un linaje especial según el mundo, porque no poseemos un cierto título o porque simplemente alguna vez equivocamos el camino; sin embargo nosotros no somos lo que el mundo dice que somos, NOSOTROS SOMOS LO QUE DIOS DICE QUE SOMOS: linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciemos las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. A libertad hemos sido llamados, si el mundo nos rechaza es porque Dios tiene algo superior para bendecirnos, por eso, aunque no es fácil, es mejor renunciar a las cosas del mundo para no perder la bendición de Dios. Jesús vino a los suyos y los suyos no le recibieron pero a los que le recibieron les dió la potestad de ser hijos de Dios.
Entonces porque nos preocupamos si no ocupamos un lugar de privilegio según el mundo aquí en la tierra; Dios tiene mejores cosas para nosotros aquí y en su Casa del Cielo.
El Señor te bendiga
Escrito por:
Luis Gustavo Ramírez M.
senseiluisgustavo@hotmail.com
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