“Aunque estéis tranquilos, vuestro
espíritu está alerta, aunque estéis apremiados, vuestro espíritu no esta
apremiado. La mente no es arrastrada por el cuerpo, y el cuerpo no es
arrastrado por la mente. Poned atención a la mente, no al cuerpo. No permitáis
que haya insuficiencia ni exceso en vuestra mente. Aunque superficialmente
tengáis el ánimo débil, permaneced fuertes por dentro y no dejéis que otros
vean vuestra mente. Es esencial mantener vuestro espíritu libre de desviaciones
subjetivas”
Lo anterior lo escribió Miyamoto
Musashi: el samurái más famoso del Japón como una de las estrategias en la
batalla en su libro “El Manuscrito del Agua”
Aquí te comparto mis palabras:
Nuestra mente es el mayor campo
de batalla donde día con día combatimos contra nosotros mismos; pensamientos de
cobardía, depresión, baja autoestima, derrota, ira y tristeza son enemigos de todos los días.
Parecieran inofensivos cuando estamos meditando, orando o simplemente
descansando pero se activan en el momento de la tensión, con los problemas y
las molestias que nos causa el medio, las acciones de personas de nuestro alrededor o nuestra situación económica.
Ante estos detonantes, nuestros enemigos mentales se arman con
filosas espadas que cercenan nuestro buen ánimo, nuestro positivismo y llegan a
cortar y hacer daño a nuestra salud. Si usted amigo-amiga se tomara una fotografía cuando esta usted en estos momentos de dificultad vería algo
tan impactante que no podría creerlo pues es
miraría a su otro yo, el que no quiere ver, el que se refleja.
Lo peor de esto es que si no nos
controlamos y no le pedimos la ayuda a Dios a tiempo; a través de la oración, estos enemigos van
debilitándonos; y aunque usted no lo crea, hay espíritus demoníacos que ingresan a
nuestro cerebro ideas erróneas con mas fuerza, por eso algunas veces una determinada situación nos recuerda
algo desagradable de nuestra infancia, algo que nos repugnó o simplemente
empezamos a pensar que no valemos nada, que somos débiles, que no vale la pena
que vivamos y que nuestro problema no tiene remedio; otras veces pensamos que
de nada ha servido nuestra vida, que no merecemos la misericordia de Dios y que
no tiene caso seguir luchando.
Jesucristo dijo que el diablo viene a robar, a matar y a destruir; eso es lo que quiere hacer con usted si le abre la puerta de su mente y si deja pasar esos pensamientos nocivos que siempre se dirigen en su contra o en contra de sus seres queridos haciéndolo a usted perder la calma y proceder a lastimarse a usted mismo o a lastimar a los demás.
La palabra de Dios dice
que no nos dió Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio.
(II Timoteo 1:7)
Algunos monjes orientales usan la meditación para aislar estos pensamientos o los dejan pasar, algunas corrientes filosóficas y artes marciales tienen como propósito el encuentro con si mismo, no obstante a la hora del desastre esto no les ayuda a salir adelante.
La diferencia entre una falsa doctrina y la Verdadera es que la primera se sirve de un sinnúmero de artificios, esoterismo, meditación trascendental y otras “técnicas” o disciplinas para equilibrar al individuo; una verdadera, en cambio; encamina a la persona a través de Cristo a Dios, quien es la fuente de toda bondad, amor, paz, calma, salud y magnificencia.
La mejor forma de encontrar paz y
armarse fuertemente para los ataques del enemigo es la oración; es reconocer
nuestra propia debilidad, defectos y errores y buscar la santidad y la obediencia
pidiendo la guía del Espíritu Santo de Dios; solo así : porque lograr la
victoria uno solo es imposible.
No obstante, la mentira del enemigo es que dentro de uno
mismo está la solución de los problemas y que uno es un dios porque con la
mente puede lograrlo todo, si es así
porque los que practican el control mental no ha resucitado o porque no pueden
detener el envejecimiento del cuerpo?; alguien me dirá que han rencarnado en un
ser menor o mayor según su comportamiento o iluminación en su ser anterior; mi amigo-mi amiga no existe tal cosa. No tendría caso después de la muerte
volver a vivir en este mundo por la falta de juicio. Eso es ni mas ni menos
que una falsa doctrina; la palabra de Dios dice: “está establecido para los hombres que mueran
una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
Pero mientras llega
nuestro llamado a la eternidad debemos defendernos de nuestros enemigos
vistiéndonos con la Armadura de Dios (Efesios 6
10-19), de lo contrario perderemos nuestra batalla.
Debemos cuidar lo que entra en nuestra mente y sobre todo
lo que nosotros mismos ponemos ahí, si nuestra mente se llena de basura nuestras acciones estarán putrefactas (basura
entra-basura sale)
Mi amigo, mi amiga
pídele a Dios la Mente de Cristo y
entonces a través del Espíritu Santo vas a tener la victoria.
El Señor te bendiga
Escrito por:
Luis Gustavo Ramírez. Renshi
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