martes, 4 de junio de 2013

ilusiones, magia y espejismos

Por Luis Gustavo Ramírez. Renshi







Estaba recordando que cuando yo era chiquitillo un hermano de mi papá, tío mío por supuesto; que era entre otras cosas, homeópata famoso, hipnotista y comerciante, tenía entre sus negocios de joven un pequeño espectáculo que ponía en los turnos (fiestas de carruseles en Costa Rica). Mi hermano Jesús debe acordarse de esto con más detalle. A mi me tocó verlo en la Plaza de la Soledad, donde ahora están los Tribunales de Justicia de Cartago para las Fiestas Agostinas!

Siguiendo con la historia; mi tío había confeccionado una tienda donde podía entrar la gente y ver su espectáculo. Se llamaba “La mujer araña”, consistía en una mujer que a la media luz del lugar y ante miradas cautivas de sus espectadores iba convirtiéndose poco a poco en araña: recuerdo las palabras por medio del megáfono:

“que no le cuenten, no pierda la oportunidad, pasen, entren; observen con cuidado, no la pierdan de vista, vean como esta mujer normal se va transformando en una araña…”;

…se oía la descripción aun si uno pasaba a varios metros de ahí y por supuesto la gente llevada por su curiosidad pagaba la entrada y veía el espectáculo.

Era fabuloso, uno quedaba perplejo y tenía sueños como por un mes con esa cosa tremenda, todavía cuando el presentador hacía la entrevista a la mujer una que otra vez, si habían niños; esta decía que se convertía en araña por no hacer caso a sus padres, por supuesto que uno permanecía actuando como un santo por largos periodos de tiempo!!!

Pero eso, mi amigo mi amiga era una ilusión, era una especie de hipnotismo con lo cual toda la atención se disponía al espectáculo y uno no se daba cuenta de lo que pasaba alrededor; ni siquiera percibía el ruido exterior de la rueda de chicago, los carritos chocones y la corneta del payaso; el tiempo se le pasaba rapidísimo, como en un segundo y sin embargo habían transcurrido a veces hasta 40 o 50 minutos.

Así son también las ilusiones ópticas, de la mente o del alma que pone el mundo en uno para atraer nuestra atención. Hoy no hay mujeres araña pero hay internet, celulares, música rock con mensajes nocivos, reuniones de “amigos” y por supuesto la moda de estar en “algo” para que uno no sea desplazado por la modernidad.

Así el Diablo también nos roba horas, días, semanas completas de nuestra vida para desviarnos del propósito que Dios tiene para nuestras vidas.

Y tras de eso ponemos escusas: No nos congregamos porque tal o cual pastor no nos cae bien, porque el horario no nos conviene o simplemente porque nos dio mucho sueño.

Cambiamos nuestra vida y nuestra salud y el compartir con nuestra familia por el estudio, nuestras metas, nuestro entrenamiento y por estar adheridos a la computadora. No leemos la palabra de Dios porque no deseamos sacrificar tiempo valioso que sí gastamos en necedades que solo nos llevan a la soledad, el conformismo y la confusión.


Y de pronto se nos pasó el día, el tiempo y nuestra vida y no dimos ni una palabra de salvación para que alguien buscara a Jesús.

Son todos ellos distractores; yo les llamo ”vampiros de tiempo”.

Sin darnos cuenta nos volvemos idólatras pues ponemos a Dios de último, ah sí: yo sé que uno ora o reza todos los días, pero quitando el tiempo de trabajo o estudio( 56 horas semanales), el tiempo de sueño(56 horas) , de las 56 horas semanales restantes cuántas le estás dedicando a Dios? Y crees que eso es suficiente para poder escucharlo, para permitir que el Señor trabaje en tu vida y te edifique y para cargar baterías de inteligencia, sabiduría, destreza y discernimiento que solo viene de él?


Quizá somos prestos para escuchar la voz del mundo y dentro de ella la de Satanás que roba tú tiempo para después robar tu alma, tu familia, tu paz y las bendiciones de Dios.

Debemos entonces hacer un alto en el camino y poner prioridades. Invita al Señor Jesús a tu vida y pídele que te muestre el camino correcto antes de que sea demasiado tarde.




Dios te bendiga




Escrito por:
Luis Gustavo Ramírez.Renshi
senseiluisgustavo@hotmail.com











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