jueves, 29 de marzo de 2012

Principio de Balance

Por Luis Gustavo Ramírez


Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte Prov. 16:25


Peso y balanzas justas son de Dios, obra suya son todas las pesas de la bolsa Prov. 17:22

En artes marciales el balance constituye el primer principio; se requiere estar balanceado en todas las direcciones y posicionado para el ataque. En cada estilo de lucha el balance es especialmente diferente. Un Gedan barai en zenkutsu dachi (karate) que permite un desplazamiento lineal para un gyaku suki no es igual a una posición de ai hammi (en aikido) que permite girar en 180º pivoteando sobre la punta de los pies para detener un ataque por detrás, y estos no son semejantes al sistema o concepto del cuadrado en combate filipino donde la posición de los pies deben mantener un cuadrado perfecto. Cada uno de los anteriores exige un balance establecido y determinado para cada situación particular que se presenta en una práctica, combate o ataque.

 

 
Gyodan Uke o  Bloqueo superior contra ataque de puño

Así mismo nuestra vida diaria requiere un balance adecuado para enfrentar nuestros retos; balance con respecto al trabajo y al descanso; balance en nuestras relaciones con los demás; balance en nuestra alimentación. Y si hablamos de medicina ya sea alopática o alternativa siempre se busca un balance: decía Hipócrates (padre de la medicina) que puede curarse por semejantes (homeopatía) o por contrarios. La herbología, la Homeopatía, la Quiropráxia, el kuatsu, etc. buscan lograr un balance en el organismo del paciente para su buen funcionamiento y restablecimiento. La homeóstasis es el balance de los fluidos corporales. Incluso si nos vamos a leyes como la de la gravedad, esta mantiene en equilibrio y balance todos los cuerpos físicos.

El conocer una inmovilización o proyección (gatame o nage) y las funciones que desempeñan las articulaciones con los movimientos, si profundizamos, nos ayuda a comprender como provocar una tracción para ajustar un miembro que ha sufrido una dislocación simple. En mi experiencia como quiropráctico un Gyodan Uke( fotografía No. 1) puede servirme para colocar la cabeza del húmero que se desalineo o salió de la cavidad glenoidea.



           Entrenamiento de balance en Aikido


 
Aún cuando lo anterior es de suma importancia es en nuestra vida espiritual donde más tenemos que estar balanceados; sin ello nada de lo que hagamos va a salir de forma exitosa, pero para esto debemos tener sabiduría para actuar, para tomar decisiones; discernimiento para ver más allá de lo que parece evidente e inteligencia para saber cuál es la estrategia a seguir, es decir ser diestro en la toma de decisiones.

Sin balance no podemos descubrir el ritmo y la distancia para aprovechar el momento oportuno tanto en la ofensiva como en la defensiva.

Balance significa control de la situación que se nos presenta; es poseer madurez para responder con delicadeza y ponerse en el lugar de la otra persona para comprender como se siente (empatía) y ayudarle con respeto y cuidando nuestra integridad y la de los que nos rodean.

Balance es no tomar venganza por lo que nos hacen y no guardar resentimiento del pasado porque sabemos que ya pasó. Es tener fortaleza de perdonar y humildad para reconocer que nos equivocamos y así enfocarnos en buscar una solución a los problemas.


Escuchando al maestro


Analice su interior; ¿tiene balance en su vida o todo gira alrededor del dinero, del trabajo; de los placeres del mundo o de su arte o deporte? ¿Qué cosa en este momento constituye su tesoro personal?

Mi querido amigo yo empecé a encontrar balance hasta que me percaté que estaba recibiendo fuertes golpes en mi vida; que eran consecuencia de mis malas decisiones; de la gran atención y alimento que le daba a mi ego; pero sabe quien me sacó de todo este sufrimiento, de esa intranquilidad y de esa falta de paz por sentirme culpable de dichas decisiones o acciones que había llevado a cabo durante años y años: fue cuando recibí a Cristo como Señor y Salvador de mi vida.

 Mi amigo, mi amiga:  en Cristo somos más que vencedores.

Lo invito a buscar al Señor, no importa lo que usted haya pasado antes; no es casualidad que usted esté leyendo estas palabras. El recibir al Señor es de un instante pero lo que usted gana es la Vida Eterna: vamos diga conmigo esta oración:

Señor Jesús, tu sabes quién soy; hoy vengo a ti cargado y cansado; confieso que he pecado contra ti, te entrego mi vida, te pido que vivas tu vida en mi. Yo te recibo como Señor y Salvador de mi vida, sé que has perdonado todos mis pecados y te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida. Gracias Señor. Amén.



Si hizo esta oración ha hecho la mejor decisión de su vida. Verá como de hoy en adelante su vida toma un camino de triunfos y como la paz de Dios va a guardar su corazón y como poco a poco tendrá sabiduría para lograr balance en su vida.



Gracias por compartir conmigo este dojo virtual. Un abrazo.







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