sábado, 3 de noviembre de 2012

La mente en la batalla




Aunque estéis tranquilos, vuestro espíritu está alerta, aunque estéis apremiados, vuestro espíritu no esta apremiado. La mente no es arrastrada por el cuerpo, y el cuerpo no es arrastrado por la mente. Poned atención a la mente, no al cuerpo. No permitáis que haya insuficiencia ni exceso en vuestra mente. Aunque superficialmente tengáis el ánimo débil, permaneced fuertes por dentro y no dejéis que otros vean vuestra mente. Es esencial mantener vuestro espíritu libre de desviaciones subjetivas”

Lo anterior lo escribió Miyamoto Musashi: el samurái más famoso del Japón como una de las estrategias en la batalla en su libro “El Manuscrito del Agua”

 

Aquí te comparto mis palabras:

                                                         Nuestra mente es el mayor campo de batalla donde día con día combatimos contra nosotros mismos; pensamientos de cobardía, depresión, baja autoestima, derrota, ira y  tristeza son enemigos de todos los días. Parecieran inofensivos cuando estamos meditando, orando o simplemente descansando pero se activan en el momento de la tensión, con los problemas y las molestias que nos causa el medio, las acciones de  personas de nuestro alrededor o nuestra  situación económica.

Ante estos detonantes,  nuestros enemigos mentales se arman con filosas espadas que cercenan nuestro buen ánimo, nuestro positivismo y llegan a cortar y hacer daño a nuestra salud. Si usted amigo-amiga se tomara  una fotografía cuando esta usted  en estos momentos de dificultad vería algo tan impactante que no podría creerlo pues es  miraría a su otro yo, el que no quiere ver, el que se refleja.

Lo peor de esto es que si no nos controlamos y no le pedimos la ayuda a Dios a tiempo; a través de la oración,  estos enemigos van debilitándonos;  y aunque usted no lo crea,  hay espíritus demoníacos que ingresan  a  nuestro cerebro ideas erróneas con mas fuerza, por eso algunas  veces una determinada situación nos recuerda algo desagradable de nuestra infancia, algo que nos repugnó o simplemente empezamos a pensar que no valemos nada, que somos débiles, que no vale la pena que vivamos y que nuestro problema no tiene remedio; otras veces pensamos que de nada ha servido nuestra vida, que no merecemos la misericordia de Dios y que no tiene caso seguir luchando.

Jesucristo dijo que el diablo viene a robar, a matar y a destruir; eso es lo que quiere hacer con usted si le abre la puerta de su mente y si deja pasar esos pensamientos nocivos que siempre se dirigen en su contra o en contra de sus seres queridos haciéndolo a usted perder la calma y proceder a lastimarse a usted mismo o  a lastimar a los demás.

La palabra de Dios dice que no nos dió Dios espíritu de cobardía  sino de poder, de amor y de dominio propio. (II Timoteo 1:7)

Algunos monjes orientales usan la meditación para aislar estos pensamientos o los dejan pasar, algunas corrientes filosóficas y artes marciales tienen como propósito el encuentro con si mismo, no obstante a la hora del desastre esto no les ayuda a salir adelante.

La diferencia entre una falsa doctrina y la Verdadera es que la primera se sirve de un sinnúmero de artificios, esoterismo, meditación trascendental y otras “técnicas” o disciplinas  para equilibrar al individuo; una verdadera, en cambio;   encamina a la persona a través de Cristo a Dios, quien es la fuente de toda bondad, amor, paz, calma, salud y magnificencia.

La mejor forma de encontrar paz y armarse fuertemente para los ataques del enemigo es la oración; es reconocer nuestra propia debilidad, defectos y errores y buscar la santidad y la obediencia pidiendo la guía del Espíritu Santo de Dios; solo así : porque lograr la victoria uno solo es imposible.

No obstante,  la mentira del enemigo es que dentro de uno mismo está la solución de los problemas y que uno es un dios porque con la mente puede lograrlo todo,  si es así porque los que practican el control mental no ha resucitado o porque no pueden detener el envejecimiento del cuerpo?; alguien me dirá que han rencarnado en un ser menor o mayor según su comportamiento o iluminación  en su ser anterior;  mi amigo-mi amiga no existe tal cosa.  No tendría caso después de la muerte volver a vivir en este mundo por la falta de juicio. Eso es ni mas ni menos que  una falsa doctrina;   la palabra de Dios  dice: “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).

Pero mientras llega nuestro llamado a la eternidad debemos defendernos de nuestros enemigos vistiéndonos con la Armadura de Dios (Efesios 6  10-19), de lo contrario perderemos nuestra batalla.

Debemos cuidar  lo que entra en nuestra mente y  sobre todo  lo que nosotros mismos ponemos ahí, si nuestra mente se llena de basura  nuestras acciones estarán putrefactas (basura entra-basura sale)

Mi amigo, mi amiga pídele a Dios la Mente de Cristo y  entonces a través del Espíritu Santo vas a tener la victoria.


El Señor te bendiga

 

Escrito por:

Luis Gustavo Ramírez. Renshi
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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