viernes, 21 de diciembre de 2012

Por sobre toda cosa guardada (Proverbios 4:23)



En las últimas semanas se ha estado hablando sobre el permiso, legislación y actividad de la Pelea de Gallos; por una parte tenemos a los galleros defendiendo sus derechos, deporte y tradiciones y por otra una organización tratando de hacer  valer sus normas.

Sin llegar a un consenso; por una falta de legislación clara y definida,  la ley “ampara” a ciertas organizaciones  para que,  respaldadas  por las autoridades,   confisquen a los animales y los eliminen asesinándolos; a este acto  le llaman eutanasia: aunque no he visto todavía un gallo que decida morir o no y se lo haya comunicado a un ser humano para que lo ejecute: gallos bilingües…); sin embargo basándose en algunas reglas de leyes internacionales-ajenas muchas veces a la realidad costarricense-  y dando motivos, que pueden ser discutibles,  como la inestabilidad, incompatibilidad e inadaptación del gallo entrenado al medio,  realizan esta masacre.

Lo inverosímil es que las corridas de toros, el sacrificio de animales para el consumo;  y los animales ofrecidos a las festividades; que en algunos lugares son un verdadero espectáculo:  sangriento y doloroso (para el animal)  y que  dan “gusto” a los espectadores(quienes pagan altas sumas de dinero por presenciarlas)  no son controladas por estas organizaciones, y si bien en ocasiones; generalmente durante una transmisión televisiva,  se presenta un revisor o auditor de la mismas;  este mantiene   silencio.

Porqué solo son perseguidas por la ley las peleas de gallos y no otras actividades: me reservo mi  opinión pues violencia y maltrato se presentan en unas y en otras.

Continuemos; en otros países la pelea de gallos es permitida por las leyes: como actividad pública paga impuestos, se reconoce como deporte y permite que las personas sociabilicen tal como es en la tauromancia, las fiestas de chicharrón y los partidos de futbol donde hay “boquitas” o aperitivos  de animales que fueron sacrificados a los ídolos (sean equipos del deporte favorito, el santo patrón o  sea el ídolo del ego de cada fanático… quizá ¡la complacencia  por la idiosincrasia!). Todo esto me parece semejante no lo cree

El análisis sociocultural o psicosocial puede indicar, digo yo; que las actividades de pelea puedan deberse a varias razones:

1-El ser humano necesita sociabilizar y vivir en convivencia: y esta es una forma de compartirla
2-El ser humano debe canalizar su tensión laboral y diaria y estas actividades constituyen una válvula de escape para una salud mental adecuada, o sea, y es mi opinión: “¡mato y me libero! “Muerto el perro, muerta la rabia”
3-Debido a la violencia que está inherente al ser humano este necesita enfocarla en alguna actividad sin que se arriesgue su propia integridad, ¿de ahí la violencia doméstica? No lo creo.
4- El flujo de adrenalina permite la motivación por la participación en las apuestas y la celebración que viene con el gane, porque si es  por guaro -digo licor-  gane o pierda se consume por igual.


Así;  las actividades de pelea son tan antiguas como el hombre mismo; pero en tiempos pasados se han presentado por sobrevivencia, por defender los derechos humanos, y para  la conquista de pueblos y naciones que de alguna manera quisieron traer el desarrollo de la sociedad: por otro lado digamos pues que   genocidios por  las guerras santas, mundiales o civiles  a mi opinión  ha sido retrogrado; y  que de el casi exterminio total de razas indígenas y el sufrimiento de otros pueblos cuyas tierras fueron arrebatadas.

No obstante,  en la actualidad,  el deterioro y pérdida de los valores morales, la contaminación social y el afán de poder, la envidia, la prepotencia y la “angurria” (dirían nuestros abuelos)  han hecho surgir lamentables competiciones  que el ser humano había superado  siglos atrás.

Uno  de estos ejemplos  de deterioro son las peleas  donde en un octágono(tarima de combate o ring) dos hombres pelean casi hasta la muerte(aunque se han presentado fallecimientos en varios países) frente a espectadores con sed de sangre, violencia y deseos de ganar en las apuestas, con una que otra mujer que anuncia el triste espectáculo modelando y  mostrándose  para dar más euforia y hacer olvidar lo grave  y depravado de la situación: me recuerda el baile “hipnótico “que hizo Salomé para pedirle al Rey Herodes la cabeza de Juan el Bautista.

Lo anterior  no podría jamás compararse a los gladiadores,  que debían defender su vida en el Coliseo Romano porque de lo contrario les eran asesinados su esposa, hijos y  familia o bien,  confiscadas sus tierras y posesiones si se reusaban a combatir.

De si los  espectadores  pueden compararse con los ciudadanos romanos de la antigüedad;  cuya vida  constituía una  pérdida de valores y  estaba llena de depravación, eso se lo dejo de análisis al lector: “A cada quien su santo”

El que dos personas se estén dañando para que uno se ellos sea sometido a un castigo, humillándolo y reduciéndolo a través de golpes, desgarros, luxaciones o daños cerebrales  olvidando su humanidad (sumisión) no es precisamente el  maravilloso propósito para lo que fuimos creados los seres humanos. Sin embargo para todo hay gente...juzgue usted.


Alguien puede decir: para que se mete si no quiere que lo dañen: bueno precisamente hay que analizar lo que lleva a un individuo a hacerlo, qué hay detrás de ello, cómo es el medio en que nace, crece y se desarrolla.  Podemos analizar aquí profundamente lo que dice la Biblia: “cual sea su pensamiento en su corazón tal es él”

Las artes marciales nacieron de la necesidad del  hombre por protegerse y proteger su medio, luego pasaron a los ejércitos para conquista - aunque las tiranías buscaron enriquecimiento-  y posteriormente como deportes reglamentados, de manera que no se dañara al adversario sino que prevaleciera la estrategia, habilidad y razonamiento de los luchadores; de ahí los juegos olímpicos que son un ejemplo extraordinario de unión entre  naciones;  otras constituyen una parte de la cultura, filosofía e historia de algunos pueblos que no buscan la violencia. También hay algunas que tienen una raíz religiosa  y prácticas contrarias al cristianismo; pero de eso hablaré en otro escrito.

Hoy en día las fuerzas de seguridad deben aprender defensa personal porque sus obligaciones y necesidades lo ameritan, será responsabilidad de los maestros inculcar los valores correctos a cada oficial en cumplimiento.

Así pues, las leyes del país permiten unas actividades y prohíben otras: todas dentro del marco de la violencia: porque tanto es violento el que un gallo combata, (conste que  aquí por lo menos tiene una posibilidad de sobrevivir) como que este gallo sea sacrificado después de confiscarse. Y si los gallos no son robados por sus dueños sino que son adquiridos como se compra cualquier electrodoméstico en buena ley, entonces: donde se respalda alguien para confiscarlos sino son gallos robados: hay un hilo muy delgado entre lo lícito, ilícito y la falta de respecto de llevarse lo que no es de uno; un especialista  lo dirá.; no soy quien para acusar o señalar a nadie.

Me pregunto entonces: ¿Se cierra una cantina? solo cuando no paga los impuestos. Se cierra un Night Club? igual si se atrasa la patente..., ¿como que no? mi amigo  esto también es harina del mismo costal pues son, junto con la violencia; el  reflejo de una  sociedad contaminada: ¿Hablamos de maltrato animal, maltrato humano o hablamos de intereses de unos pocos? Y que hay de  las marchas que debieran ser pacíficas y  están siendo amenazadas por individuos identificados con modelos viciados y equivocados de zonas de conflicto internacional.


Si se prohíben las actividades de violencia debe ser “por parejo” porque si no caemos en lo mismo  que algunas veces  lamentablemente va de la mano; lo de la inmunidad política y el no pago de los impuestos, lo de  prostitución infantil y la libertad para ejercerla, lo del preso por pensión alimenticia sin que pueda trabajar para pagarla (porque está encerrado, obvio) y lo del derecho del consumidor cuando se da permiso a que se vendan porquerías  de pésima calidad(sin ofender al animal que provee chicharrones a costo de su vida)

Dice la Palabra de Dios: “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Mateo 12:34)
 O me contamino con la violencia para perder mi alma o limpio mi corazón para agradar a Dios. No es cuestión de juego: la salvación es gratis: POR MISERICORDIA DEL DIOS TODOPODEROSO a través de recibir a Cristo como Señor y Salvador, pero sin cuidado  esta misma salvación se pierde en un segundo Y no hablo de religiosidad hablo de identidad.

Con esto deberíamos preguntarnos: ¿Cuál es mi testimonio como cristiano; van mis acciones  en relación a mis valores?  ¿Dónde me estoy metiendo?,   ¿Con quien ando?, ¿Qué Lugares frecuento? ¡A qué espectáculos asisto?  ¿Qué vocabulario manejo?, ¿cómo me visto?,  ¿Soy cómplice?,  ¿es mi respuesta sí o no?, Será que soy ¿Luz en la calle y sombra en la casa?   O… es que 

 ¿LO QUE ES BUENO PARA EL GANZO ES BUENO PARA LA GANZA?




Dios te bendiga


Escrito por
Luis Gustavo Ramírez. Renshi
senseiluisgustavo@hotmail.com







No hay comentarios:

Publicar un comentario